Ya sé que te gusta oírme tocar el piano, que te gusta observarme medio desnuda recorriendo esas teclas de nácar blanco y negro mientras mis ojos se cierran dejándose llevar por las notas. Ya sé que te gusta colocarte detrás rozando con delicadeza tu cuerpo en mi espalda para que note como late el deseo en ti. Ya sé que te gusta acariciar mis hombros desnudos con la yema de tus dedos notando como mi piel se eriza. Ya sé que te gusta acercarte a mis pechos y pellizcar con delicadeza mis pezones que crecen entre tus dedos...