Que tengo hambre... que tengo hambre... que tengo hambre solo de ti...

Porque estás entre mis piernas, porque te recorres mis venas... Porque abres las ganas puestas, los labios húmedos que ceden ante tus arrebatos... Porque necesito tenerte forzando voluntades que necesito mantener dormidas... Porque tienes que vivir lamiendo mis heridas...